Erik, el hijo de los pingüinos Mumble y Gloria, se resiste a bailar como la mayoría de los pingüinos y se va de su tierra con unos amigos, siguiendo a Ramón, que vuelve a la Tierra de Adelia. Cuando llegan, Ramón se entera de que allí gobierna una especie de "dios pingüino", el gran Sven, un pingüino que vuela. Mientras tanto, Will, un krill existencialista y aventurero también abandona su enjambre. Mumble va a buscar a su hijo y cuando regresan a su tierra con los pequeños, descubren que un iceberg inmenso ha aprisionado a los pingüinos emperador, ellos los intentarán rescatar con la ayuda de Sven, de los pingüinos de Adelia y de los elefantes marinos.
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